La llegada de los primeros días del mes de agosto, nos animó a dos miembros de ARCÓ a tomar el viejo camino entre Quintana del Castillo y Villarmeriel. Caminábamos en ameno paseo, cuando tras encontrar una piedra de San Juan y hablar de ella, accedíamos a la zona conocida por Praosmilantos.
Llegados allí, optamos por desviarnos hacia la izquierda para remontar el bonito y hoy olvidado valle. Ascendiendo poco a poco y conversando sobre nuestro entorno, aprendí de mí compañero algunas cosas relativas a los ajos silvestres que por la zona se encuentran, para posteriormente detener nuestras miradas en el bello espectáculo que ofrece un grupo de peñas del que sobrerale por su vistosidad y céntrica ubicación, una pequeña y hermosa gruta conocida por todos como La Casa de La Griega.
La pequeña gruta siempre fue conocida y empleada por los pastores de Quintana del Castillo, tanto para juego y disfrute de los más pequeños, como para seguro refugio de las inclemencias meteorológicas.
Este bello y tranquilo enclave es visitable durante todo el año, es por ello, que os recomendamos que acudáis a visitarlo en cualquier época, pero provistos de agua con algo de comida, si queréis prolongar vuestra estancia y pasar una jornada realmente entrañable.
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